Ya son más de 200 las víctimas mortales de una secta cristiana en Kenia. Las autoridades del país han rescatado 235 cadáveres en el bosque de Shakahola. Creyeron fanáticamente a Paul Mackenzie Nthenge y pagaron con la vida.
De ese fanatismo irreductible da cuenta el testimonio de Hussein Khalid, miembro de la ONG Haki Africa. "Una mujer rechazó absolutamente los primeros auxilios y cerró con fuerza la boca, negándose a comer y quiso continuar su ayuno hasta la muerte", ha contado.
Morir de hambre "para encontrarse con Jesús"
Los dos centenares largos de cadáveres han sido desenterrados de docenas de fosas comunes desperdigadas en una propiedad de 320 hectáreas, ubicada en el condado de Kilifi, en la costa del país. Es un rancho propiedad de Mackenzie en el bosque de Shakahola, declarado escena del crimen y acordonado por las autoridades.
Cerró con fuerza la boca, negándose a comer y quiso continuar su ayuno hasta la muerte"
Este individuo se autoproclama pastor y es el fundador de la Iglesia Internacional de la Buena Nueva, con sede en Kilifi. Está acusado de incitar a los seguidores de la secta a morir de hambre "para encontrarse con Jesús". Les exigía ayunar hasta morir para ver a Jesucristo.
Quién es Paul Mackenzie Nthenge
Paul Mackenzie Nthenge era taxista cuando el 17 de agosto de 2003 fundó la Iglesia Internacional de la Buena Nueva. Contaba con más de 3.000 miembros, mil de ellos en la ciudad costera de Malindi, donde se había instalado, y con sucursales en varias regiones de Kenia.
Hay que llevar el evangelio de nuestro señor Jesucristo libre del engaño y del intelecto del hombre"
En la web de la secta se puede leer: "La misión de este ministerio es nutrir a los fieles de manera holística en todas las áreas de la espiritualidad cristiana mientras nos preparamos para la segunda venida de Jesucristo a través de la enseñanza y la evangelización".
Exhuming one body after another from the shallow graves in Malindi’s Shakahola farm, he has mastered how to put aside his sentiments. https://t.co/QSoxUjGt6B
— KTN News (@KTNNewsKE) May 18, 2023
Mackenzie habla allí de "enseñanzas, prédicas y profecías sobre el final de los tiempos, comúnmente llamados escatología". Es el que llamó Mensaje de los últimos tiempos, donde decía "llevar el evangelio de nuestro señor Jesucristo libre del engaño y del intelecto del hombre".
En sus sermones decía que hacer pagos sin dinero en efectivo o usar peluca eran prácticas demoniacas
Desde 2017 tenía también un canal en YouTube. En los vídeos que ha ido subiendo se pueden encontrar sermones de su iglesia en Malindi. En ellos advertía sobre prácticas que él llamaba demoniacas, donde incluía desde hacer pagos sin dinero en efectivo a usar peluca.
Vigilado desde 2017
La secta del falso pastor Mackenzie viene siendo observada de cerca por las autoridades al menos desde 2017. Tras varias denuncias, a comienzos de este 2023 fue detenido por "radicalización". Se supo que promovía que los niños no fueran escolarizados porque, decía, la educación no está reconocida por la Biblia.
Promovía que los niños no fueran escolarizados porque la educación no está reconocida por la Biblia
La policía empezó a recibir informes que decían que "ciudadanos ignorantes muertos de hambre con el pretexto de conocer a Jesús después de haber pasado por un lavado de cerebro". Los residentes de las inmediaciones del rancho alertaron cuando los seguidores de Mackenzie se mudaron al bosque de Shakahola.
With the cadence and fervour of a Baptist preacher, the charm and folksiness of a country storyteller, and the zeal and fury of a maniacal dictator, Makenzi led his followers to their early graves.https://t.co/kM2OT8rI1j
— KTN News (@KTNNewsKE) May 19, 2023
El falso pastor se entregó por vez primera el mes pasado, después de que dos niños murieran por inanición delante de sus padres, miembros de la secta. Tras ser liberado bajo fianza, volvió a ser arrestado el 15 de abril.
Si una persona solía seguirme, debería hacerlo ahora por su cuenta y no en mi nombre. Que siga a Cristo y no al pastor Mackenzie"
En realidad, nunca ha dejado de "predicar" desde su rancho del bosque de Shakahola. Pero él lo niega. En declaraciones a un medio africano aseguró: "Cerré mi iglesia en agosto de 2019 y es importante que la gente lo acepte. Incluso vendí el equipo y las sillas también".
Por eso dice estar "conmocionado por las acusaciones". "Si una persona solía seguirme, debería hacerlo ahora por su cuenta y no en mi nombre. Que siga a Cristo y no al pastor Mackenzie", dijo en esa entrevista.
Kenia, país de sectas y profetas
Las sectas son muy comunes en Kenia. La policía ha interrogado en todo el país a otros líderes religiosos cuyas enseñanzas se cree que son "desorientadoras" y contrarias a los derechos humanos básicos.
Lo que vimos en Shakahola es propio de terroristas"
El presidente William Ruto ha prometido tomar acciones contundentes contra todo tipo de movimiento religioso "turbio". "Lo que vimos en Shakahola es propio de terroristas", ha dicho el mandatario. "Los terroristas utilizan la religión para promover sus atroces actos. Personas como Mackenzie utilizan la religión para hacer exactamente lo mismo", afirma Ruto.
La semana pasada, el presidente keniata formó una comisión encargada de investigar cómo cientos de personas fueron atraídas a sus muertes en la costa y para recomendar acciones a las instituciones que no actuaron. En abril, el ministro de Interior abrió la puerta a una mayor regulación de los espacios de culto.
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